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Es 19 de Diciembre 2020. El ambiente esta lleno de alegría navideña

Yo sentada en casa en una tranquila noche.

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Es tarde, Suena el telefono. -“alo”

- Mami Durgha no puede respirar...

Escuche a mi hija Franceska decir en tono grave. 

 

Cuelga el teléfono, comienzo a llamar, No atiende..  

Pasan treinta minutos... nada....  Una hora... no responde.... dos horas...

finalmente el teléfono vuelve a sonar.

Atiendo con el corazón acelerado.

“ Voz inaudible... “Mami... se fué... se murió...

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Durgha, mi hija mayor, murió una semana antes de navidad- Su celebración favorita.

La cremamos en Noche Buena, envuelta en el amor y luz de Cristo.

 

Justo un mes antes de su muerte, tome un entrenamiento como guía de funerales naturales.

 

Poco me imagine que mi iniciación seria con el funeral de mi propia hija. 

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Los nueve años que la vida me presento difíciles pruebas que me llevaron a aplicar lo aprendido con las practicas espirituales, y el compartir con mi hija tiempo completo su proceso de vida y muerte con innumerables problemas de salud; genero en mi una transformacion profunda que me llevo a pasar de miedo y resistencia...

...a un espacio de amor incondicional, a fluir con las bendiciones que nos da la vida en cualquiera de las formas que se presenta.

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Que me inspiro a escribir esta historia?

El deseo puro de compartir contigo las herramientas que proporcionan la oportunidad de sobreponer las dificultades que se nos presentan a cada momento.

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Así como una profunda inspiración para este espacio donde

escogemos  vivir y morir

en conexión con nuestro verdadero ser,

en armonia con la naturaleza

y con una experiencia

de transformar 

el miedo y la resistencia en amor y libertad

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-Aarya